Los altos niveles de radiación del miércoles impidieron a los helicópteros lanzar agua sobre el reactor número 3 para intentar enfriar las barras de combustible después de que una primera explosión dañara el tejado y el sistema de enfriamiento.
Los ingenieros intentaban volver a poner en marcha la red principal de energía para empezar a bombear el agua necesaria para enfriar dos reactores y las varillas de combustible usado que están consideradas el mayor riesgo para la emisión de radiactividad a la atmósfera, informó Reuters.
Las autoridades estadounidenses expresaron su alarma por la radiación, pero se esforzaron por no criticar al Gobierno japonés, que parece estar superado por la crisis.
Las medidas de Washington indican recelo hacia su estrecho aliado por la peligrosidad del peor accidente nuclear en el mundo desde el desastre de Chernóbil en 1986.
La máxima autoridad nuclear de Estados Unidos dijo que la piscina de refrigeración para las varillas de combustible gastado en el reactor 4 podría haber quedado seca y otra tiene filtraciones.
Gregory Jaczko, director de la Comisión Nuclear Regulatoria, dijo en una comisión parlamentaria que los niveles de radiación en torno a la piscina de refrigeración son extremadamente altos, lo que supone un riesgo mortal para los trabajadores que aún están en la planta, gravemente afectada por el terremoto de hace una semana.
El organismo nuclear de Japón dijo que no podía confirmar si el agua cubría las barras de combustible. El operador de la planta dijo que creía que la piscina de combustible gastado del reactor aún tenía agua el miércoles, y dejó claro que su prioridad era la piscina del reactor número tres.
El jueves por la mañana, helicópteros militares lanzaron unos 30 toneladas de agua, destinadas a este reactor. Un equipo de emergencia dejó de echar temporalmente agua en el mismo reactor con un cañón debido a la alta radiación, dijo la cadena NHK, pero otro grupo empezó a mojarlo de nuevo.
Expertos de salud dijeron que el pánico por las fugas radiactivas de la planta de Daiichi, situada a unos 240 kilómetros al norte de Tokio, estaba desviando la atención de otros riesgos que afrontaban los supervivientes del terremoto y tsunami, como el frío, la nieve y el acceso a agua potable.
Dentro del complejo, dañado por cuatro explosiones desde el sismo de magnitud 9 y el tsunami posterior, los trabajadores con trajes de protección y usando iluminación provisional intentaban supervisar qué pasaba dentro de los seis reactores.
Han estado trabajando en turnos breves para minimizar la exposición a la radiación.
Las últimas imágenes de la planta nuclear mostraban graves daños en algunos de los edificios tras las cuatro explosiones. Dos de los edificios eran un amasijo de acero y cemento.
Los titulares de Economía de las naciones más ricas del mundo celebrarán el viernes conversaciones para ver cómo calmar a los mercados globales, impacientes por la crisis y la preocupación sobre su impacto en la frágil recuperación económica mundial. [ID:nN17278284]
Un banquero central del G-7, que pidió no ser nombrado, dijo que estaba "extremadamente preocupado" por los efectos del desastre en Japón, la tercera mayor economía del mundo. El presidente ruso, Dmitry Medvedev, cuyo país no es parte del G-7, calificó la situación como un "desastre colosal".
Pero el ministro japonés de Economía, Kaoru Yosano, dijo a Reuters que los mercados del país no son lo suficientemente inestables para justificar la intervención conjunta del G-7 sobre la moneda o compras de acciones por parte del Gobierno.
El yen alcanzó una cifra récord frente al dólar ante las especulaciones de que Japón recuperaría fondos para pagar el enorme costo de la reconstrucción. [ID:nN17119027]
REACTOR CRITICO TIENE PLUTONIO
Los altos niveles de radiación del miércoles impidieron a los helicópteros lanzar agua sobre el reactor número 3 para intentar enfriar las barras de combustible después de que una primera explosión dañara el tejado y el sistema de enfriamiento.
Otro intento el jueves parecía haber tenido éxito en parte.
El operador de la planta describió el reactor número tres - el único que usa plutonio - como "prioritario". Los expertos describieron el plutonio como un isótopo pernicioso que podría causar cáncer si se ingieren cantidades pequeñas.
Sebastian Pflugbeil, presidente de la entidad privada alemana Society for Radiation Protection, dijo que los esfuerzos de Japón para recuperar la planta mostraban "el principio de la fase de catástrofe".
"Quizás tengamos que rezar", dijo, añadiendo que si soplara el viento del este, hacia el océano Pacífico, eso limitaría cualquier daños a los 127 millones de habitantes de a Japón en caso de producirse una fusión u otras emisiones, por ejemplo de las piscinas de almacenaje de combustible gastado.
El Gobierno advirtió a los 13 millones de habitantes de Tokio que se prepararan para un posible apagón, aunque luego se informó que no habría necesidad de un corte en el suministro de energía.
Aún así, muchas firmas redujeron voluntariamente la electricidad, sumiendo partes de la ciudad - habitualmente iluminada - en la oscuridad.